En los últimos 20 años la
tecnología ha reorganizado la manera en que vivimos, cómo nos comunicamos y
también cómo aprendemos. Los estudiantes entran en contacto con la tecnología a
edades muy tempranas y empiezan a aprender de una forma muy diferente a cómo lo
hicieron sus profesores.
La educación formal no puede ya
basarse en la simple memorización y reproducción de una información concreta,
que se encuentra en un libro de texto. El estudiante está acostumbrado a la
disponibilidad de nuevas tecnologías que utiliza a diario para el ocio y para
satisfacer sus propios intereses de aprendizaje, aunque en general se pierde
con el mar de información que existe en Internet y en discernir sobre la
fiabilidad de la misma.
Igualmente el mundo laboral
necesita de unos jóvenes con la capacidad de aprender en una era de información
abundante, accesible y en cambio constante.
El profesor debe ser capaz de manejarse en este nuevo
entorno digital aprovechando los conocimientos de otros compañeros,
participando en la creación de nuevas lecciones y compartiendo nuevas
experiencias de aprendizaje con la comunidad docente en la red. Con este fin el
profesor precisa desarrollar importantes competencias digitales que van más
allá de usar un procesador de textos o una hoja de cálculo.
Concretamente el
profesor necesita la habilidad de usar herramientas digitales para localizar,
evaluar, usar, crear y compartir nueva información. Igualmente debe ser capaz
de ejecutar y proponer tareas en un entorno digital, así como evaluar su
eficacia para introducir mejoras.
El profesor debe estar familiarizado y ser competente en el manejo de soluciones de almacenamiento en la nube, redes sociales como fuente de información y comunicación, software para crear presentaciones multimedia y edición de imágenes, captura y gestión de la información y publicar y compartir contenidos en la web.
Igualmente los estudiantes se enfrentan también a una serie de riesgos y retos como el cyberbulling, la seguridad en la red, el control de la identidad digital y el uso adecuado de las redes sociales.
El profesor de hoy debe poder educar y proteger al alumno en estos temas y por tanto debe interesarse por estas nuevas tecnologías, que quizás no le sean personalmente atractivas dada la diferencia generacional.
El profesor debe estar familiarizado y ser competente en el manejo de soluciones de almacenamiento en la nube, redes sociales como fuente de información y comunicación, software para crear presentaciones multimedia y edición de imágenes, captura y gestión de la información y publicar y compartir contenidos en la web.
Igualmente los estudiantes se enfrentan también a una serie de riesgos y retos como el cyberbulling, la seguridad en la red, el control de la identidad digital y el uso adecuado de las redes sociales.
El profesor de hoy debe poder educar y proteger al alumno en estos temas y por tanto debe interesarse por estas nuevas tecnologías, que quizás no le sean personalmente atractivas dada la diferencia generacional.
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